Hosts, de Adam Leader y Richard Oakes

No es fácil mantener a un fan del cine de terror tenso y expectante durante casi toda la duración de una película de invasión al hogar. Es que ya se hicieron tantas, algunas excelentes y otras horribles, que uno se pregunta qué puede haber de nuevo. Hosts es la respuesta a esa pregunta.

Es una película brutal y sádica. Y no pide permiso para serlo. De hecho, tiene una escena en particular que no podría ser más cruel. Y es casi completamente inesperada. Me gustó tanto  – aunque “gustar” no debería ser la palabra – que retrocedí la escena  para verla otra vez. Fue un placer verla sabiendo qué iba a pasar. Y aún así tuvo el mismo impacto, o más, que la primera vez.

Dirigida por Adam Leader y Richard Oakes, Hosts transcurre durante Navidad y narra el calvario de una familia modelo que termina siendo víctima de una pareja de vecinos que invitaron para compartir la cena navideña. Es que la Navidad ya no es lo que era.

Tampoco los vecinos eran gente violenta,  mucho menos asesinos. Lo que ocurre es que ellos también fueron víctimas, pero de una fuerza sobrenatural, justo antes de ir a la cena (sí, también aparecen presencias de otro mundo). Entonces, tenemos lo sobrenatural, la invasión al hogar y la navidad sangrienta. Y aunque veces este cruce de subgéneros no  funciona del todo bien, sobre todo cuando se agrega el drama familiar, cuando sí funciona es devastador. O sea casi siempre.

Hosts es muy eficaz por una razón muy simple que muchas películas de terror han olvidado. Porque construye el suspenso muy hábilmente, paso a paso, sin que uno sepa muy cómo va a ser el horror por desencadenarse. Ni cuándo. Hasta que se hace presente con toda la furia del mundo. Primero, el suspenso. Después, la sorpresa. Y luego un pendular agotador entre suspenso y sorpresa. Todo con mucho, mucho gore.

También, es difícil no empatizar con sus personajes. Son tan verosímiles que uno piensa que bien podría ser parte de esa familia. Hasta que les pasa lo que les pasa. En ese momento, uno ya no quiere ser parte de nada. Aún así, la muy precisa progresión de la narrativa nos convierte en testigos forzados. Testigos que pueden disfrutar de una masacre. Típico de nosotros, los fans del cine de terror. 

A la vez, Hosts tiene algunos problemas en el guión. Por una parte, se agradece el osado cruce de subgéneros que le da una vuelta de tuerca a las películas de invasión al hogar. Pero la mezcla misma es un tanto irregular. Es como si el director y los guionistas no supieron decidirse por priorizar algún subgénero y que los otros funcionen como satélites con peso propio. Para ser complementarios, les falta equilibrio. 

Y cuando el drama familiar es explicado por el padre, la razón de ser del horror hace que Hosts se desinfle un poco y pierda impulso. En vez de una revelación tan explícita, habría sido mejo sugerencia vaga. Así, podemos conservar el  misterio y el miedo. De todos modos, este quiebre en el tono dura poco y después volvemos rápidamente al terror.   

Y aunque el final no sea particularmente original, eso poco importa. Porque todo lo vino antes es lo que hace que Hosts sea tan diferente. Invasión al hogar de origen sobrenatural junto con drama familiar en plena Navidad. Inocentemente, al comenzar la película uno siente que va a ver más de lo mismo. Claramente, es una presunción totalmente equivocada.

(Disponible online y en torrents)

Hosts (EEUU, 2020)

Escrita y dirigida por Adam Leader y Richard Oakes. Con Neal Ward, Nadia Lamin, Frank Jakeman, Sandra Howard-Williams, Lee Hunter, Samantha Loxley, Jennifer K. Preston, Buddy Skeleton. Música: Benjamin Symos. Fotografía: Richard Oakes Montaje: Craig Hinden, Adam Leader, Richard Oakes. Música: Duración: 89 minutos.