TRAILERS

Trailers es una sección anárquica. Aunque, en realidad, no tanto. Aquí aparecen películas que son muy importantes para mí y que conocí casi accidentalmente. Aunque no necesariamente sean lo que se llama obras maestras, eso poco importa. Son, también, películas poco conocidas o poco recordadas. Hay de todos los géneros y estéticas. Así, ésta es una invitación al espectador para descubrirlas. Espero sus comentarios via e-mail en la sección Contactos.

The Beauty of David Lynch es, precisamente, una selección de algunos de los planos más bellos de su filmografía; una selección caprichosa y azarosa que hace que te den ganas de volver a ver sus películas. Al fin de cuentas, cualquier excusa es buena.


El estreno de X y Pearl en streaming es una buena excusa para volver a ver The Innkeepers, una historia de fantasmas que transcurre en un pequeño hotel que tiene una larga historia de fenómenos paranormales. Aquí se privilegia el suspenso bien construido paso a paso, con un tempo reposado, sin golpes de efecto ni conejos salidos de una galera. No es la película más vista de Ti West, sin embargo es una de sus mejores obras.

Junto con Martyrs y À l’intérieur, Frontière(s) es parte del trío de las películas más impactantes del New French Cinema. No es poca cosa.

Lo sobrenatural, el drama intimista pero también social y una reflexión sobre el lugar del Otro, el diferente, en una película original y hasta un poco escalofriante.


Sin comentarios. Solamente con ver el trailer ya te vas a dar cuenta de la inclasificable maravilla cinematográfica que es, y siempre será, Liquid Sky.


The Devil at All Time (El diablo a toda hora), de Antonio Campos, me sorprendió – no sé si decir «gratamente», porque es tan desoladora) como una de las mejores películas de Netflix de 2020. No, no es un clásico, claramente. Pero, en unos años lo va a ser. O quizás una película de culto. O quizás estoy exagerando. Pero, yo no me la puedo sacar de la cabeza. Ayudó verla dos veces seguida, el impacto fue mayor y la película caló más hondo. No solo no se cayó en la segunda visión, sino que me pareció mejor.


Una de las obras maestras de Coppola, ya ni recuerdo cuantas veces la vi. Y eso que cuando la descubrí, muchos años atrás, no me gustaban mucho los musicales. Pero esta película me hizo que me fueran gustando cada vez más.


Claramente y sin lugar a dudas, mi película favorita de toda la historia del cine. De hecho, John Cassavetes es mi director preferido. Una elección personal no acorde a tantas listas de cineastas maestros. Pero, el padre del cine independiente sí marcó un antes y un después en el cine estadounidense. E influyó en la obra de muchos otros que vinieron después. Volviendo a mi fascinación, ya ni sé cuántas veces la vi. Porque la vi por primera vez 1992 y desde entonces la veo regularmente. Si no la vieron, por favor no la dejen pasar. Otra cosa: en el trailer se pueden activar los subs en inglés y está en 1080 HD.



Yo no sé si es la mejor película de Mario Bava, pero sí sé que es la que más me gusta. Debe estar entre las mejores, eso sin duda. El trailer puede dar una idea aproximada de la estética de una película deslumbrante y, por supuesto, verla va a confirmar esa primera impresión. El título en español es Seis mujeres para un asesino, traducción fiel del título en italiano. Aunque a mi gusto Sangre y encaje tiene una poética propia. Si ya la vieron, vuélvanla a ver. Si no, ya saben.


Seguramente una de las 10 mejores películas del cine silente, The Phantom Carriage no la han visto muchos cinéfilos, que sí han visto otras películas del mismo período. Incluso no es común que esté en el programa de escuelas de cine. No saben lo que se pierden.


Bunny Lake is Missing es un thriller británico muy inusual. Lo que comienza siendo una rutinaria investigación policial pronto se transforma en un drama de afectos perdidos y prohibidos. El genial Saul Bass diseñó la presentación, misteriosa y seductora.


Una obra no muy recordada de Douglas Sirk, no está entre sus obras maestras pero dista mucho de ser una película promedio. Creo que ninguna de las de Sirk lo es. Jane Wyman y Rock Hudson hacen una gran pareja y sus conflictos amorosos se sienten bien cercanos. Como siempre, la estética es impecable. Mejor no contar mucho más. Excepto que a mí me gusta tanto que por eso a mi sitio le puse el título de la película.


Seguramente una de las mejores películas de Douglas Sirk, maestro del melodrama que admiraba a Fassbinder y aprendió mucho de él, los títulos de presentación adelantan el tono y refinamiento de una historia de pérdidas, abandonos, desilusiones y conflictos interraciales. Una recomendación: pensarla en el contexto del Código Hays y leer su discurso entrelíneas. Y prepararse para llorar mucho porque un final desgarrador.  Dirigida por Douglas Sirk.


Una sorpresa absoluta. Drama, suspenso,  terror , con una pátina bien bizarra. También un poético homenaje a Terciopelo azul y a Freaks.  Con la inolvidable Karen Black y Mike Patton. Dirigida por Steve Balderson.


Ya el casting es un festín: Karen Black, Oliver Reed, Burges Meredith y Bette Davis (sí, Bette Davis). Con un par de escenas muy realistas y difíciles de ver para esa época (y quizás hoy también), Burnt Offerings no es una película más de casas embrujadas. Con algo del cine de clase B, y aún con sus desaciertos y cierta inverosimilitud, tiene momentos fantasmales y escalofriantes. Dirigida por Dan Curtis.


Una madre depresiva, una abuela que sabe más de lo que aparenta y dos nenes rubios, mellizos y encantadores. Y un secreto a voces. Todo dentro de un entorno campestre que no podría ser más bucólico. Porque pocas cosas son peores que el terror de lo bello. Los realizadores de la genial Goodnight Mommy tomaron más que algunos rasgos de Burnt Offerings, aunque ellos juren no haberla visto nunca.


Toda una generación quedó embelesada y se emocionó con esta historia del sabor agridulce del primer amor. Un clásico sobre el paso de la adolescencia a la pérdida de la inocencia, que pocas veces fue retratado con imágenes tan bellas y con una sensibilidad tan honesta. Con la bellísima Jennifer O’Neill en su mejor momento.  Dirigida por Robert Mulligan.