
Si bien las transposiciones al cine de la obra de H.P. Lovecraft han sido más bien mediocres, el prolífico Stuart Gordon supo cómo evitar dar pasos en falso. Evitó la voluntad de trascendencia y, sin traicionar al escritor, utilizó la comedia negra y no poco gore para construir un registro diferente. Incluso, en algunos casos, más bien naturalista. Como secuela de Reanimator, La novia de Reanimator es más que correcta, aunque no tiene el brío ni causa un impacto tan fuerte como la primera. En la sección FAN ART, una serie de posters dan cuenta de este universo tan bizarro.