
«Yo acompañaba las tomas de las escuelas en San Pablo, que estuvieron muy inspiradas en lo que pasó en Chile pero también en la Argentina. Con la productora Mariana Genescá nos quedamos muy impresionadas por cómo esos jóvenes que venían de escuelas públicas muy precarias, que venían en general, de la periferia de San Pablo, lograban organizarse políticamente de una forma tan efectiva para llamar la atención de la opinión pública y de los medios para la lucha de la educación pública de calidad. Y también quisimos ver qué pasaba con esa generación”, señala la documentalista brasileña Eliza Capai en una entrevista a Página/12, a propósito de su urgente y muy valioso documental Espero tu (re) vuelta, sobre los movimientos estudiantiles en el candente Brasil de hoy en día.
«Es algo muy distinto de las otras generaciones de lucha de estudiantes en Brasil. Ponían en sus cuerpos la estética. Estética y política caminaban juntos. Hay una lucha muy grande sobre el racismo y estaban los cuerpos ahí hablando de la lucha anti racista. También hay una lucha muy grande contra la fobia al movimiento LGTBQ y esos cuerpos luchan contra eso. Lo mismo por el feminismo”, precisa la realizadora.

Espero tu (re) vuelta tuvo un paso privilegiado por festivales tales como Berlín, Olhar do Cinema, Yamagata, Seattle y BAFICI, y se alzó con numerosos y muy merecidos galardones. Vital, pero doloroso, Espero tu (re) vuelta también ofrece una cuota de esperanza en medio de un panorama acuciante. Y esa cuota de esperanza incluso se hace carne en el espectador que, por otra parte, puede llegar a sentir que está viviendo la revuelta junto a sus protagonistas. Solo los mejores documentales tienen estos méritos.
Para ser más exacto, Eliza Capai sigue bien de cerca los pasos, y también participa, de la incesante lucha estudiantil en su máximo esplendor desde la dictadura militar. Aquí, las voces individuales se transforman en una voz colectiva. Hay tres estudiantes que narran los ejes más importantes de la lucha contra el Estado, pero también los conflictos dentro de los propios movimientos estudiantiles. Las voces y las miradas se despliegan sobre el período 2015-2017 en todo el territorio brasileño.

¿Qué hace que este documental sea tan distinto a otros que tienen premisas similares? Unas cuantas cosas. Para empezar, no es un registro que pretendo abarcarlo y ser una especie de documento rebosante de información de todo tipo. Claro que hay información, tiene que haberla, pero aquí está al servicio de darle carnadura dramática, espesor, si se quiere, de modo tal que este universo nos llegue a los afectos y al corazón – y sí, suena cursi, pero eso no quita que sea verdadero.
También tiene una forma fílmica que si bien es relativamente convencional (no busca ser avant-garde, no tiene por qué serlo) está aprovechada de la mejor forma posible. Esa estética de la que habla la directora está también presente en la manera en la que las calles con los estudiantes y sus protestas están filmadas, en un montaje que le da un ritmo a veces vertiginoso y otras veces más reposado, en una fotografía de tonos vivos junto a otros más apagados, y en una narrativa que no es redundante ni tediosa. Usualmente, los documentales militantes no tienen ninguna de estas características. Son obras bien intencionadas desde el contenido, pero muy poco atractivas desde cómo ese contenido se comunica. Eso no ocurre nunca en Espero tu (re) vuelta
El documental fue estrenado hace ya unos cuantos días y está disponible en la plataforma de streaming puentesdecine, una gran iniciativa para exhibir una programación de calidad para estos tiempos de pandemia.

Espero tu (re)vuelta (Espero tua (re)volta, Brasil, 2019).
Escrita y dirigida por: Eliza Capai. Fotografía: Eliza Capai, Bruno. Música: Decio 7. Miranda. Montaje: Yuri Amaral, Eliza Capai. Duración: 93 minutos.