Seguramente no soy el mejor espectador para apreciar Había una vez en Hollywood, la nueva película de Tarantino que para muchos es su obra maestra, cuando no un extraordinario homenaje al cine. Con excepción de Perros de la calle y Bastardos sin gloria, que sí me gustaron, el resto de sus películas me resultan intrascendentes, casi ni las recuerdo. Sé por qué: no me interesan sus temas ni sus personajes, tampoco la gran parafernalia de su forma fílmica, y menos todavía su postmodernidad. No se trata de si son buenas o no, simplemente no me mueven un pelo. Lo que no quita que voy a tratar de separarme de la subjetividad del gusto y ser justo en mi mirada.
Había una vez en Hollywood transcurre en 1969, en Los Ángeles, tierra de aspirantes a actores, actrices y directores, en la que algunos sueños se hacen realidad mientras que mucho se pierden en el camino. Aún así, todos siguen intentando triunfar contra viento y marea. Aunque sepan que las chances de llegar al éxito y mantenerse en la cima sean ínfimas.
Rick Dalton (Leonardo Di Caprio) es un actor de westerns y películas de acción, está atravesando un ocaso temprano en el terreno del cine (como tantos otros actores de la época que Hollywood devora sin piedad) y está intentado ubicarse como actor de televisión – no con mucha suerte y, para peor, en programas de televisión mediocres. Cliff Booth (Brad Pitt) es su doble de acción, se conocen desde hace una vida, y a raíz del poco trabajo que Rick tiene, se ha convertido en su chofer y su mano derecha. Sabe pelear como pocos y por más que se lo vea siempre muy tranquilo, es mejor no provocarlo. Rick y Cliff nunca existieron en la vida real, sino que representan a innumerables actores y dobles de la historia de Hollywood. Por el contrario, Sharon Tate, la modelo y actriz que fue mujer de Roman Polanski, aquí está interpretada por Margot Robbie. Vive al lado de la actriz y también trata de ganarse un lugar como actriz. Por el momento, no es mucho lo que ha conseguido. Pero se la ve feliz con lo que tiene.
Con decenas de guiños y referencias (demasiados) a numerosas películas famosas, y también otras favoritas de Tarantino y no muy valoradas por el establishment, Había una vez en Hollywood es un recorrido largo y sinuoso por el territorio del cine y la cinefilia. Un recorrido que tiene una tendencia a no llegar a ningún lado. No es una historia que tenga mucho para decir. Vemos a los personajes en rodaje, antes de enfrentarse a la cámara, en sus mejores y sus peores días, en sus muchas frustraciones y algún que otro logro. Las escenas se suceden unas a otras sin mucho respiro, unas cuantas son apenas demasiado anecdóticas y pocas tienen profundidad dramática. Son, más bien, engranajes del gran homenaje que es, al mismo tiempo, un despliegue de nostalgia.
Lo más interesante, el corazón de la película, es el vínculo entre Rick y Cliff. Como si fueran hermanos, siempre están el uno para el otro, testigos y protagonistas de una década que ya se termina. En esa amistad hay admiración implícita, ternura disimulada y una saludable dependencia. Es un vínculo que atraviesa etapas, que se transforma un poco por aquí y otro poco por allá, con personajes de carne y hueso con los que se puede empatizar. Y Brad Pitt y Leonardo Di Caprio brindan excelentes interpretaciones.
Los otros personajes son apenas piezas de un gran juego. Un juego que puede resultar atractivo durante los primeros 30 minutos, pero después ya es más de lo mismo – y todavía faltan dos horas para que termine. A decir verdad, los últimos 40 minutos sí son conmovedores. No solo porque aquí Tarantino reescribe el final de la historia de Sharon Tate (como lo había hecho con en Bastardos sin gloria con Hitler) sino porque la trama deja de dar vueltas sobre sí misma, empieza a reposar y se queda con sus personajes.
Por otra parte, es lícito preguntarse si a Tarantino le interesa explorar en lo más hondo del drama o darles matices a otros personajes que no sean los protagonistas. Creo que, con todo derecho, le importa más el gran espectáculo con su caprichosa mezcla de géneros que la mirada cercana. Es la maquinaria de la representación lo que lo apasiona, no necesariamente los elementos representados en sí mismos. Para su fans y admiradores de su cine, con esto es más que suficiente. ¿Por qué no habría de serlo?
Había una vez… en Hollywood (Once Upon a Time… in Hollywood) Puntaje: 6
Escrita y dirigida por Quentin Tarantino. Con Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Margot Robbie, Al Pacino, Emile Hirsch, Margaret Qualley, Timothy Olyphant, Julia Butters, Austin Butler, Dakota Fanning, Bruce Dern, Mike Moh, Luke Perry, Damon Herriman, Damian Lewis, Lena Dunham. Fotografía: Robert Richardson. Montaje: Fred Raskin. Duración: 165 minutos.