Amante fiel, de Louis Garrel

Amante fiel es más que una agradable sorpresa dentro del panorama del cine francés contemporáneo. Y por varias razones. Es la segunda película dirigida, y esta vez también protagonizada, por Louis Garrel (el hijo del cineasta Philippe Garrel), quien tuvo un auspicioso debut con su ópera prima Le deux amis. Está co-escrita con Jean-Claude Carrière, el reconocido guionista de clásicos de Buñuel, Milos Forman, Milan Kundera y Louis Malle – entre otros. Y aunque no tenga una forma fílmica propia de la libertad estética de la Nouvelle Vague, sí tiene un aire de levedad y trascendencia a la vez que caracterizó a muchas películas de la nueva ola. Sobre todo, cuando de asuntos del corazón se trata.

Abel (Louis Garrel) es un joven periodista en pareja con Marianne (Laetitia Casta), una hábil consejera política. Viven juntos y a juzgar por las apariencias, viven bien. Al menos a él se lo nota entusiasmado. Hasta que un día, de buenas a primeras, Marianne le cuenta que está saliendo con otro hombre, Paul, un muy buen amigo de Abel. Para peor, Marianne está embarazada de Paul. Es más, se va a casar con él y a Abel no le queda otra opción que abandonar la casa en cuestión de días. Pero, muy a la francesa, todo ocurre sin gritos, ni reclamos, ni lágrimas. Todo es muy civilizado. Así, Abel se va y fin de la historia. Hasta transcurren nueve años y, a partir de una muerte, comienza otra historia.

Buena parte del atractivo de Amante fiel reside en la sorpresa. Pero también en la previsibilidad, aunque suene contradictorio. Porque aquí se habla de los vaivenes del amor, que a veces pueden ser inesperados y entonces despliegan nuevas constelaciones. Pero, otras veces, el deseo tiene esa férrea tendencia de volver al lugar donde más a gusto estaba, a pesar de todas las complicaciones. O incluso se torna cíclico y gira sobre su propio eje, para bien y para mal.

Porque en las vidas de Ariel y de Marianne va a aparecer la hermana de Paul, Eve (Lily-Rose Depp, la hija de Johnny Depp y Vanesa Paradis) y Joseph (Joseh Engel), un niño nada tonto que tiene mucho para decir. Y sí, eventualmente también habrá un triángulo amoroso. Y un misterio a resolver. Porque Amante fiel rehúye a las categorías genéricas estrictas. Es una comedia dramática, pero con rasgos de thriller, con un tono que por momentos es ligero mientras que en otras ocasiones adquiere cierta gravedad (en un buen sentido, no hablamos de solemnidad).

La voz en off que organiza el relato, al menos durante la primera mitad, es un rasgo que sí la emparenta con la Nouvelle Vague en lo formal. Es eficaz al dar cuenta de las subjetividades de los personajes, aunque ocasionalmente es innecesaria. La otra cosa que llama la atención, y para bien, es el cuidado formal en los encuadres y la fotografía. Se nota que nada fue librado al azar, cada movimiento está calculado y cada puesta de cámara está muy pensada – aunque el todo da la impresión de una límpida transparencia.

Ganadora del premio a Mejor Director el último BAFICI y del premio al Mejor Guión en el Festival de San Sebastián, Amante fiel logra narrar en solo 75 minutos lo que muchas otras películas no logran en 100 0 120 minutos. Sin que sea una obra maestra, algo que por otra parte ni siquiera se propone, la segunda película de Louis Garrel es de lo más interesante de la cartelera porteña actual.

Amante fiel (L’homme fidèle, Francia, 2018). Puntaje: 7

Dirigida por Louis Garrel. Escrita por Louis Garrel y Jean-Claude Carrière. Con Louis Garrel, Laetitia Casta, Lily-Rose Depp, Joseph Engel, Diane Courseille, Vladislav Galard, Bakary Sangaré, Kiara Carrière, Dali Benssalah. Fotografía: Irina Lubtchansky. Música: Philippe Sarde. Duración: 75 minutos