«Me río del cine independiente y del BAFICI. El personaje de Prone sintetiza a toda esta gente que aparece y desaparece, pero que siempre quiere tener algo de glamour. Es una gran hipocresía, una gran mentira, todos se tiran con todo. Me gustó mucho joder con el BAFICI como BAFUCHI, con Cannes, con los estudiantes de cine que imaginan argumentos imposibles. Creo que la película tiene mucho humor, es ácida, y hay que entenderla. Con mucho respeto, ojo”, dijo Raúl Perrone en una entrevista a Télam, a propósito de ITUZAINGÓ V3RIT4, su nueva película que se presentó en la competencia argentina del BAFICI 2019.
Una vez más (y ya no debería sorprender porque, por suerte, siempre pasa lo mismo) Perrone se reinventa a sí mismo y lo hace con tanta destreza como convicción. Porque ITUZAINGÓ V3RIT4 es nada menos que una aproximación en clave de sátira al mundillo del cine independiente local y sus varios protagonistas. Sí, Perrone se anima a transitar una comedia demoledora y sale airoso. También hay aquí un retorno afectuoso Ituzaingó, esa ciudad de la zona oeste que en numerosas ocasiones fue tan bien retratada por el emblemático director.
En ITUZAINGÓ V3RIT4, el actor Gustavo Prone – que fue protagonista de la mítica Labios de churrasco – se pone en la piel de una estrella del cine que ya no tiene fulgor alguno excepto el de los flashes de selfies rabiosas, que es lo mismo que decir que de real ya no hay nada. A su alrededor desfilan otras tantas figuras en plena decadencia, también fotografiadas con celulares, en un clima de total vacuidad. Porque, digámoslo de una vez, las miserias del mundillo del cine están aquí representadas tal cual son. Que nadie se engañe: Perrone no está exagerando en los contenidos, solo apela a una forma casi extrema, a una estética paródica, incluso a cierto grotesco, para decir lo que es vox populi aquí y en la China.
Porque cada actor, productor o director siempre tiene un proyecto maravilloso, está por hacer esto o lo otro, va a ganar tal o cual premio, hace lobby sin parar de aquí para allá, vive de cocktail en cocktail y de homenaje en homenaje. A todo esto, el cine en sí mismo, el amor verdadero por las películas también brilla, pero por su ausencia. En vez de decir todo esto con gritos desesperados desde las barricadas, Perrone elige el camino del humor más mordaz, quizás para que no sea tan doloroso. O como diciendo que no nos tomemos tan en serio todo. Incluso él se burla un poco de sí mismo. Es que, para bien, la solemnidad y la gravedad nunca han sido rasgos de su cine.
Fotografiada en un refulgente y contrastado blanco y negro, con una compleja banda de sonido donde los diálogos se superponen con el sonido ambiente y los efectos sonoros, y con un expresivo montaje que alterna entre planos largos y cortes más bien abruptos, ITUZAINGÓ V3RIT4 construye un mundo propio que no se parece a ningún otro dentro del cine nacional. Hay una seductora mezcla entre la artificialidad y superficialidad propia del mundo de este mundo del espectáculo venido a menos y el realismo más doloroso de una infeliz pareja en un auto o la mirada ensoñada de un atractivo adolescente que parece estar fuera de todo, pensando en quién sabe qué cosa. Hay rasgos fellinianos en el exceso y la desmesura – incluyendo, por supuesto, las justificadas referencias a La dolce vita – pero también, de tanto en tanto, asoman imágenes más ásperas que nos muestran otro Ituzaingó, ése que ya conocemos un poco gracias a películas previas del director.
Y, una vez más, aparece otra arista que nunca deja de sorprender. ITUZAINGÓ V3RIT4 es una película atravesada por la mirada sabia y crítica de un director con una larguísima trayectoria, pero está filmada con la pasión y entrega propia de alguien que recién empieza a filmar. Este año Perrone cumplió 67 años y su cine tiene el espíritu vital de un jovencito de 25. Muy pocos cineastas, aquí o en el exterior, ostentan este privilegio.
ITUZAINGÓ V3RIT4 (Argentina, 2019)
Dirigida y editada por Raúl Perrone. Escrita por Raúl Perrone, Fernando Sdrigotti. Con Gustavo Prone, Sofía Gelpi, Nerina D’Ambrosio, Inés Urdinez, Sandra Paz, Cristian Jensen. Fotografía: Raúl Perrone, Lara Seijas, Alejandro González. Dirección de arte: Raúl Perrone. Sonido: Emma Echevarría. Música: Negro Dub, Che Cumbe, Andrés Villaveiran. Producida por Raúl Perrone, Pablo Ratto, Oscar Purita. Producción Ejecutiva: Pablo Ratto. Duración: 93 minutos.