Foto Estudio Luisita, de Sol Miraglia y Hugo Manos

“Lo que más nos atrae como documentalistas es lo que está oculto, lo que ha quedado en el olvido, aquello que no se ve a primera vista y que espera paciente ser descubierto. Eso fue para nosotros el tesoro que Luisita conserva en su casa”, dicen Sol Miraglia y Hugo Manso, directores de la ópera prima Foto Estudio Luisita, un cálido documental acerca del legendario estudio fotográfico ubicado en la Avenida Corrientes y fundado por Luisa Escarria y sus hermanas, Rosita y Chela, quienes se especializaron en retratos de celebradas figuras del espectáculo porteño desde la década del 60 y hasta mediados de los 80. Entre los retratados están Tita Merello, Alberto Olmedo, Susana Giménez, Libertad Lamarque, Luis Sandrini, Moria Casán, Amelita Vargas, Jorge Porcel, Juan Carlos Altavista, Atahualpa Yupanqui, muchísimas vedettes y hasta grupos de música tropical. De hecho, la lista es prácticamente interminable.

Aparte de ser directora de cine, Sol Miraglia es una fotógrafa incipiente, conoció a Luisita en 2009 y desde entonces son amigas entrañables. En su casa-estudio descubrió unos 25000 negativos inéditos que dan cuenta de todo un mundo que tuvo su tiempo de gloria y hoy ya ha desparecido. Pero que se puede evocar a través de los recuerdos que traen las bellas y expresivas fotografías que le hicieron justicia. De ahí entonces el aire de nostalgia que permea cada plano de Foto Estudio Luisita, la película. Pero no el tipo de nostalgia que viene acompañada de tristeza, sino una que festeja el valor del pasado desde la mirada amorosa del presente.

Luisita y sus hermanas son colombianas y llegaron a Buenos Aires en 1958, en una época en la que el terreno de la fotografía era patrimonio casi exclusivo de los hombres. No les resultó fácil abrirse camino y menos aún recibir el reconocimiento de sus pares. Pero eso no hizo que dejaran de dar lo mejor de sí mismas en cada trabajo que hacían de un modo artesanal – incluso pintaban los negativos a mano y corregían toda clase de imperfecciones. Porque siempre han sido fotógrafas admiradoras de la belleza y, sobre todo, siempre han estado comprometidas con capturar y representar esa belleza de la mejor manera posible.

Como muchos fotógrafos y fotógrafas, Luisita es una mujer tímida, ella es la primera en admitirlo. Pero cuando se pone detrás de la cámara se convierte en otra mujer, quien con afabilidad y soltura logra que las estrellas revelen su espontaneidad. Siempre encontraba el mejor ángulo y la mejor combinación de luces y sombras para cada una de las estrellas que retrataba. Porque, como dice una de sus hermanas, Luisita es una mujer que ve lo mejor en cada persona y es eso lo que inmortaliza en sus fotografías. Así, el corpus fotográfico de Foto Estudio Luisita se ha convertido, con el paso del tiempo, en un valioso patrimonio del espectáculo popular porteño.

El documental logra reflejar la mirada y la personalidad de Luisita, Rosita y Chela de un modo intimista y cercano, nunca llama la atención sobre sí mismo sino que pone a las fotógrafas en el centro de la escena y permite que ellas y las fotos hablen por sí solas. Se evidencia que los realizadores han establecido la confianza necesaria para que las hermanas se muestren con toda naturalidad y ésta no es una tarea fácil para ningún documentalista.

Por otra parte, no aprovecha del todo la oportunidad de ahondar en las singularidades menos visibles y más personales de las mujeres. Seguramente hay cientos de anécdotas que podrían haber sido la excusa para hablar de aspectos más sustanciales del mundo de la fotografía que ellas representan. Uno querría saber más acerca de todo este escenario, más que nada porque se nota que hay mucha más tela para cortar. Pero hay escenas, y no son pocas, que sí son reveladoras de eso que no se ve a simple vista. Aún siendo despareja, la ópera prima de Sol Miraglia y Hugo Manos cuenta su historia de una manera atractiva.

Foto Estudio Luisita (Argentina, 2018) Puntaje: 7

Dirigida por Sol Miraglia y Hugo Manos. Escrita por Hugo manso. Fotografía: Sol Miraglia. Montaje: Celeste Contratti. Música: Guillermo Guareschi. Sonido: Agustín Casola. Duración: 72 minutos.