Pañuelos para la Historia

Filmada en Argentina y Turquía, el documental Pañuelos para la Historia tiene dos premisas fundamentales, que se entrelazan una con la otra. Por un lado, busca exponer la ajetreada conflictiva situación del pueblo kurdo que, debido a que su territorio fue repartido después de la Primera Guerra Mundial entre Turquía, Siria, Irak e Irán, no cesa en su lucha por distintas reivindicaciones. En el caso de Turquía el pueblo kurdo pide tener su propia autonomía y así no perder ni su lengua ni su cultura. Asimismo, en los años ´90s, los kurdos fueron objeto de una feroz represión por parte del estado turco y sus fuerzas paramilitares que dejó como saldo miles de muertos y desaparecidos. Pero las Madres de la Paz de Diyarbakir y las Madres de los Sábados de Estambul se resisten a que estos crímenes queden impunes y luchan diariamente para que se haga justicia y se logre una paz duradera.

Por otro lado, Pañuelos para la Historia documenta el viaje a Turquía de Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, en el que se reúne con las madres kurdas, que se inspiraron para su lucha en la madres argentinas. Cortiñas comparte sus propias experiencias, escucha las de ellas, las acompaña y las asesora. Y como si fuera poco, opera como veedora internacional ante la ONU en Ankara cuando las madres kurdas presentan una documento para así ganar visibilidad internacional.

Finalmente, Cortiñas también se reúne con las mujeres kurdas miembros del Centro Kardelen de Mujeres, la Academia Ekin, y Corresponsal de Noticias de Mujeres, de Diyarbakir. Porque no solo se trata luchar por los muertos y los desaparecidos, que ya de por sí es bastante, sino que también importa la lucha de las mujeres kurdas por todos sus derechos. Derechos que, precisamente por ser mujeres en un país musulmán, les son negados.

Lo más conmovedor de Pañuelos para la Historia es el modo cariñoso e intimista con el que el director se acerca a Cortiñas. Porque no solo vemos a la madre militante en contacto con otras madres militantes en una multiplicidad de tareas – algo que ya de por sí es revelador – sino que también nos acercamos a su persona, su lucidez y su afectividad. Vemos que su compromiso no decae un solo minuto, que su serenidad es la mejor prueba de su integridad, y que su don de gente va mucho más allá de cuaquier frontera.

Es muy emotivo, también, ver cómo otras madres luchan por sus hijos muertos y desaparecios, por encontrar su tumbas o sus restos y así poder descansar en paz. Del esfuerzo mancomunado entre ellas y del intercambio con figuras como Cortiñas seguramente la situación general podrá ir mejorando. Aunque sea muy de a poco. Porque el sentimiento universal que atraviesan todas estas madres es el valor inmenso de la lucha, sin prisa ni pausa. Ya se sabe que nadie regala nada, y que muchas veces los gobiernos de turno se resisten a revisar la historia como es debido – aún a costa del sufrimiento del pueblo. De ahí la importancia del discurso de Cortiñas: habla de experiencias de toda una vida que son la mejor prueba de que los actos de lesa humanidad no se pueden olvidar ni se pueden perdonar.

Por momentos, Pañuelos para la Historia no es documental fácil de ver. Es que son muchas las injusticias y el sufrimiento es enorme. Y ver que hay crímenes y criminales impunes, tanto allí como acá, genera una profunda tristeza. Pero esa tristeza se puede transformar en resistencia, y esa resistencia puede dar lugar a victorias. Queda claro, entonces, que solamente hay dos opciones: conformarse y sepultar el dolor, o dar batalla y transformar el dolor en fuerza vital. A la larga, siempre es la lucha la que le da sentido a una vida.

Pañuelos para la Historia (Argentina, 2015) Puntaje: 6

Producida y dirigida por Alejandro Haddad, Nicolás Valentini. Escrita por Alejandro Haddad. Fotografía y cámara: Alejandro Haddad, Nicolás Valentini. Montaje: Nicolás Valentini. Música: José Luis Piccinini. Duración: 72 minutos.