Después de Un año sin amor (2005), Encarnación (2007), Por tu culpa (2010), y Aire libre (2014), Anahí Berneri estrenó su nueva película, Alanis, protagonizada por Sofía Gala Castiglione, que narra la historia de una prostituta que trabaja en un departamento en el centro, un “privado”, donde también vive con su bebé y con una amiga. Hasta que un día dos inspectores municipales clausuran el privado y Alanis y su bebé van a quedarse en lo de una tía, en un local de ropa frente a Plaza Miserere.
Ahora, Alanis ofrece en la calle lo que sabe hacer y pronto se da cuenta de que hay reglas que no se pueden romper. Si la calle es peligrosa de por sí, todavía es peor si no se sabe dónde pararse, cómo venderse, y cómo defenderse.
Entiendo que durante la etapa de investigación te reuniste con mujeres de AMMAR, Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina, que buscan la legalización de la prostitución como trabajo, y también con mujeres de la Asociación de Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos, que busca la abolición de la prostitución.
Así es, cuando empecé a investigar sobre el tema de la prostitución me encontré con ex -prostitutas, con gente a favor y gente en otra, hay quienes decían que había que abolir la prostitución mientras que otros decían que había que plantearlo como trabajo. Pero todos, tanto aquellos a favor como aquellos en contra, decían que la gran problemática era la persecución y la re marginalización de parte de los organismos del Estado. Ahí mismo supe que ése era el tema. Porque la solución no la tenemos. Es más, el tema prostitución ni siquiera está en agenda. Por eso hay que trabajar este tema y hay que mostrar esta realidad. Creo que es una película entre amorosa y urgente.
¿Por qué elegiste a Sofía Gala?
Yo quería una actriz que fuese madre, si podía trabajar con el chico, mucho mejor, y si estaba amamantando, mucho mejor todavía, y también que pueda hacer este personaje. Entonces, las posibilidades se reducían al mínimo. Pero igual, aparte de todo esto, siempre pensé que la persona para hacer este personaje era Sofía Gala.
Que es una mujer que no tiene el cuerpo perfecto de una prostituta de alto nivel, pero…
Pero tiene sex-appeal.
De hecho, en todas tus películas se nota que hay una preocupación por los cuerpos, por la presencia que el cuerpo ocupa en el plano. Y acá en Alanis es lo mismo, y desde el primer plano, ni bien comienza la película.
Sí. Cuando me pregunten por la mirada femenina, voy a decir que tengo un cine que no tiene una mirada femenina, lo que sí tiene es un cuerpo femenino. Todo un cuerpo femenino entero detrás, no solo los ojitos mirando. Es que yo busco hacer películas donde esté la problemática del cuerpo como territorio y como lugar de poder. Por eso la temática de género está presente en todas. Y eso se ve en los planos porque la idea siempre fue componer con el cuerpo de Sofía. Con el director de fotografía nos propusimos corrernos del poderío del primer plano, de ese lugar de supremacía que tiene la cara como transmisora de sentimientos y sensaciones. No queríamos eso. Porque todo el cuerpo transmite sentimientos y sensaciones.
¿Cómo es Alanis?
Desde el vamos supe que no la iba a tomar como una víctima, no parto del cliché, le doy valía y recursos. Y la hago libre de tomar una decisión dentro de posibilidades muy acotadas. Es un personaje que tiene que resolver y que no se detiene. No tiene tiempo para reflexionar si esto o aquello es moralmente correcto o incorrecto. Es muy pragmática y tiene mucho de picaresco. Tiene recursos todo el tiempo. Tiene una buena causa que es su hijo y a va a hacer lo que sea para protegerlo.
Hablando de persecución, la escena en la que los inspectores municipales clausuran el privado es realista pero no sensacionalista.
Es una película que se planta en un lugar de denuncia hacia la persecución a las prostitutas, pero no de un modo panfletario. Por eso mismo toma el tema haciendo un paneo sobre la problemática y después cuenta la historia de un personaje en su problemática, que es distinto al de muchas otras mujeres. No es un caso universal. Y la propuesta acá es seguir a un personaje. Ésa es la manera de no juzgar.
¿Qué postura tenés vos como mujer con el tema de la prostitución?
Yo creo que el problema con la prostitución es que muchas mujeres la ejercen porque no tienen otra alternativa. O sea que lo que debería ocurrir es que debería haber alternativas. Así, quienes quieran ejercer la prostitución pueden hacerlo, y quienes no quieran hacerlo, no lo hacen. Y hay otro tema: Argentina tiene tratados que establecen que no se puede penalizar a las prostitutas. A la vez, legalmente no se puede ejercer la prostitución en ningún lugar. Ahí hay una contradicción. Y también desde hace un buen tiempo, se busca instalar la idea de que todas las prostitutas son víctimas de trata ya que se dice que ninguna mujer elegiría la prostitución.
¿Para vos eso no es cierto?
Para mí, en principio, no es cierto. Creo que hay elección. Pero, también, ¿qué elección no está condicionada por un entorno en cualquier sociedad? Por eso, creo que lo primero que hay que hacer es educar y sacar a la mujer del lugar de objeto sexual, porque estamos a años luz de eso. ¿Querés hablar de no prostitución? Bueno, entonces empezá a crear políticas que brinden alternativas. El problema hoy es que no se vea la puta. ¿Por qué no se tiene que ver la puta? ¿Porque muestra su sexualidad y eso es reprobable moralmente? No, no es eso. Es porque muestra pobreza. En muchos casos, la prostitución callejera muestra pobreza. Entonces se persigue desde ese lugar para meter la basura debajo del felpudo. No se educa para que la mujer deje de ser objeto sexual y entonces la demanda de prostitución disminuya.
El afiche de la película es muy claro en un punto crucial de la película: Alanis es puta y madre al mismo tiempo.
Sí. Por eso cuando ponés un afiche como éste en un cine, aparecen las voces que dicen: “Es muy fuerte”, “Atenta contra la familia”. Ah, ¿y no atenta contra la familia mostrar un culo y tetas en Bañeros – Parte 99? Lo que pasa es que si la mujer es solo un objeto sexual, está todo bien. Pero si es puta y madre, está todo mal. Precisamente por ser puta, no podés ser madre. Porque el mismo cuerpo no puede tener sexo y estar criando. Mientras tanto, en la vida real, más de la mitad de las prostitutas son madres. Pero a la hora de retratarlas, la puta es siempre una loca, una desequilibrada mental o una víctima.
Alanis está sola porque no tiene ninguna asistencia del Estado ni de otros estratos institucionales, pero sí encuentra una comunidad de otras putas como ella. Ahí no está sola.
Porque es así. Ya durante la investigación me encontré con comunidades de putas. Y también vi una presión muy grande para que esas comunidades desaparezcan. Si una puta se pone un “privado”, van a llegar policías y funcionarios y te van a llevar y te van a clausurar el lugar porque no tenés la habilitación como casa de masajes. Porque tener esos “privados” son una manera de emponderarse. Y nadie quiere que una puta se empodere.