Taller: Distopías y mundos futuros

En su sentido más literal, una distopía (del griego δυσ (dys), que significa ‘malo’, y τόπος (tópos), que puede traducirse como ‘lugar’) es lo opuesto a una utopía. Es decir, mientras la utopía imagina un mundo donde las doctrinas se hermanan amigablemente en el funcionamiento de las sociedades, la distopía toma la base del planteamiento utópico y lo lleva a sus consecuencias más extremas, pero en sentido inverso, en clave negativa. Entonces, el lugar de la distopía, este «lugar malo», se presenta como una comunidad o sociedad, generalmente situada en el futuro, que es indeseable y atemorizante. Un lugar caracterizado por la deshumanización, los gobiernos totalitarios, la desafectivización, la opresión y la violencia.

Si bien el término distopía aparece con frecuencia en la literatura de ciencia ficción – siendo George Orwell con 1984, Ray Bradbury con Fahrenheit 451, Aldous Huxley con Un mundo feliz (Brave New World), y Anthony Burgess con La naranja mecánica (A Clockwork Orange) los representantes más conocidos – también en el terreno del cine existen unas cuantas obras que exploran e imaginan mundos distópicos.

El taller Distopías y mundos futuros elige treces obras claves de la ciencia ficción en el cine para analizarlas en profundidad: Metrópolis (Fritz Lang, 1927), Blade Runner (Ridley Scott, 1982), Blade Runner 2049 (Ridley Scott, 2017), Brazil (Terry Gilliam, 1984), 1984 (Michael Radford, 1984), Farenheit 451 (Francois Truffaut, 1966), La jetée (Chris Marker, 1962), Twelve Monkeys (12 monos, Terry Gilliam, 1995), A Clockwork Orange (La naranja mecánica, Stanley Kubrick, 1971), Total Recall (El vengador del futuro, Paul Verhoeven, 1990), Strange Days (Días extraños, Kathryn Bigelow, 1995), y Gattaca (Andrew Niccol, 1997.

A su vez, cada una de estas películas será puesta en relación con las otras, y de la intertextualidad y de las comparaciones en el orden de lo estético y lo narrativo surgirán nuevos interrogantes, significados y sentidos. Cada una de ellas analizada individualmente, pero también las diez tomadas como un todo.

Metrópolis (Fritz Lang, 1927, versión extendida). El Expresionismo Alemán, ideología, narrativa y estética. Claroscuros de un mundo dividido. El hombre versus la máquina, la cuestión del doble, opresión y dominio. Religión y masas. Sincretismo. Forma: la geometrización del espacio, la monumentalidad, lo subterráneo y la superficie. Las dos Marías. Sublevación y caos. Una redención posible.

Brazil (Terry Gilliam, 1986). Nuevos apuntes sobre la ciencia ficción. Cruces estéticos y narrativos con Metrópolis, Blade Runner, El proceso (Orson Welles, 1962) y 1984 (George Orwell). Sátira y comedia negra. Surrealismo y Expresionismo. La fantasía como escape a un mundo esperanzado y bello. La lucha por la imaginación y la libertad de pensamiento en un mundo totalitario. Un tecnócrata soñador encerrado en la máquina burocrática que todo lo devora. El error absurdo en un mundo “sin errores”.

1984 (Michael Radford, 1984) El gran hermano que todo lo ve. El panóptico. Des- individualización, desafectivización, desesperación reprimida. El Estado como Dios. Una estética de la frialdad: grises, negros y azules oscuros. Las palabras y las cosas: la manipulación de la información y los diccionarios que cambian significantes y significados.

Fahrenheit 451 (Francois Truffaut, 1966) El peligro de la fantasía, la ficción y los sueños. La imaginación lejos de poder. La quema de los libros. Píldoras para no sentir. El suicidio como alternativa. Una resistencia posible. Convertirse en libro. Los bomberos como policías. ¿Es verdad que antes se apagaban los incendios?

Blade Runner (Ridley Scott, 1982, versión extendida). ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip Dick (1968) Cruce de géneros: la ciencia ficción, el cyberpunk, el neo noir. Sobre los replicantes como esclavos. Más humanos que los humanos. Ausencia de respuesta emocional y empatía. ¿Cuán humanos son los humanos? El Estado policial. Un clásico moderno que se enriquece con cada nueva visión. También se analizará Blade Runner 2049 (Ridley Scott, 2017)

Twelve Monkeys (12 monos, Terry Gilliam, 1995). David Peoples, guionista de Blade Runner, y Terry Gilliam, de Brazil, en una nueva distopía cinematográfica basada en el clásico La jeteé. Una remake impensable. Otro viaje en el tiempo (y una paradoja) para salvar al mundo de una devastadora plaga. Una visión diferente de una misma historia. Homenaje a Vértigo.

Total Recall (El vengador del futuro, Paul Verhoeven, 1990) Vacaciones virtuales que se convierten en reales. ¿O es al revés? . La historia de un hombre traicionado por la estructura de la realidad. Recuerdos implantados y vidas virtuales (¿o reales?) Falsas vidas idílicas en un mundo de esclavos. Destruir realidades virtuales para sobrevivir en la real realidad.

Strange Days (Días extraños, Kathryn Bigelow, 1995) Ver a través de los ojos de los otros, vivir las experiencias de los otros. ¿Por qué ser siempre uno cuando se puede ser otro? Implantes perturbadores pero hechizantes. Crimen y violencia en un neo noir muy diferente. Películas snuff y ercado negro. El encanto de un voyeurismo perverso.

Gattaca (Andrew Niccol, 1997) Ingeniería genética al orden de un nuevo fascismo. La recompensa por una salud perfecta, inteligencia superior y alta expectativa de vida. Los mejores especímenes heredarán la tierra. Un mundo tan perfecto como deshumanizado. ¿Qué mejor que diseñar un ser humano (¿es humano?) a medida? El alto precio de la perfección.