Al centro de la tierra, escrita y dirigida por Daniel Rosenfeld (Saluzzi, La quimera de los héroes, Cornelia frente al espejo) fue presentada en la competencia argentina del BAFICI 2015 y muy injustamente no recibió ningún premio. No es que se trate de una obra maestra, pero sí es una película inteligente y con un afinado sentido del humor que hace de su anécdota mucho más eso. Una historia sencilla pero extraña le permite a este documentalista (que incursionó en la ficción con Cornelia frente al espejo) hablar de temas que no necesariamente están ligados al conflicto central, pero que sí son muy relevantes, aunque estén escondidos. Eso, entre otras cosas, es lo que un buen documental debe y sabe hacer.
Se podría decir que Al centro de la tierra es la historia de un hombre de Cachi, Salta, que tiene un hijo, una cámara de video y una obsesión por los OVNIS. Punto. Pero, claramente, no es solo ni todo eso. Porque a medida que se desarrolla la película la historia se hace, muy sutilmente, cada vez más rica.
El hombre es Antonio Zuleta, un provinciano como cualquier otro que está embarcado, desde hace ya mucho tiempo, en una búsqueda intensa y continua para probar la existencia de los OVNIS y los extraterrestres. Así de descabellado y serio a la vez. En realidad, su búsqueda es todavía más ambiciosa: quiere encontrar los espacios en las montañas donde las naves espaciales descienden y se esconden. Aunque parezca poco creíble (o quizás no) Zuleta lleva una vida entrevistando personas que dicen haber visto OVNIS. Y bien podría ser así ya que Cachi es una zona donde se han reportado numerosos avistamientos. Y el material que Antonio ha juntado en todo este tiempo es más que elocuente.
Al centro de la tierra es una película impecable en su forma fílmica, con una mirada cercana que nunca es invasiva, con una fotografía superlativa que captura la belleza intrínseca del lugar pero nunca es distrayente, con un montaje con el tempo justo y un tono general amigable e informal. Es un todo cohesivo y consistente.
Hay, también, unas cuantas secuencias sobresalientes que sorprenden por ser tan inesperadas como originales. Una no muy feliz para el protagonista es aquella en la que mantiene un diálogo muy poco gratificante y hasta hiriente con Fabio Zerpa, el famoso experto argentino en OVNIS; todas las escenas entre Zuleta y un amigo que lo acompaña a las montañas, con sus diálogos espontáneos y cómicos; y, en otro tono, la escena en la que Zuleta se conmueve al recordar y relatar cómo su hijo casi murió inmediatamente después de haber nacido.
Y si bien los OVNIS capturados en cintas de video y en fotografía y los extraterrestres nunca vistos son los tópicos de discusión, el foco dramático siempre está en las características y los matices de una persona que hace lo que hace con mucha pasión, con un entusiasmo pegadizo, y con la confianza necesaria para seguir haciéndolo siempre sin necesitar la aprobación de nadie. Lo que se llama una persona irresistible en su singularidad. Y el retrato que pinta Rosenfeld le hace justicia.
Al centro de la Tierra (Argentina, Francia, Holanda, Alemania, 2015). Puntaje: 8
Escrita y dirigida por Daniel Rosenfeld. Con Antonio Zuleta, Jorge Milstein, José Zuleta y Reina Zuleta, Fabio Zerpa. Fotografía: Ramiro Civita. Música: Jorge Arriagada. Montaje: Lorenzo Bombicci Sonido: Gaspar Scheuer. Duración: 80 minutos.